La diabetes, por lo general, es una enfermedad crónica (para toda la vida),

caracterizada por la incapacidad del páncreas para producir la cantidad de insulina necesaria o eficaz para regular la concentración de glucosa o azúcar en la sangre; en consecuencia los niveles de azúcar se elevan más allá de lo normal, afectando y dañando con el paso de los años los diferentes órganos y funciones del cuerpo.

Factores de riesgo: El sobrepeso y la obesidad, junto con el sedentarismo y una mala alimentación, rica en azúcares, carbohidratos o alta en calorías; y la falta de ejercicio, hacen que se produzca resistencia a la acción de la insulina; es decir, la cantidad de insulina que genera el páncreas es inferior a la cantidad de azúcar en la sangre o ya no resulta tan eficaz, y aparezca la enfermedad. Cuando la cantidad de hormona que se produce ya no compensa o se equipara con la cantidad de azúcar la sangre, o ésta deja de ser eficaz, . Otro factor de riesgo a considerar es la hipertensión.

Diagnóstico: En una persona sana su glucosa debe estar entre 70 y 100 mg/dl en ayunas y menos de 140 mg/dl dos horas después de comer. Se denomina prediabetes a los niveles de glucosa Alterada en Ayunas (GAA), cuando los valores oscilan entre 100 y 125 mg/dl; son altos pero todavía no tan altos para considerarse diabetes. En estos casos perdiendo peso, con una buena dieta y ejercicio, podrá retornarse a la normalidad. 

Se considera diabetes cuando la glucosa se eleva por encima de 126 mg/dl en ayunas y por encima 200 mg/dl 2 horas después de una comida, equivalente a una PTGO. La Prueba de Tolerancia a la Glucosa Oral (PTGO), es el examen que se utiliza para medir la alteración de la glucosa e identificar los casos de diabetes en personas que aún no han sido diagnosticadas. En estos casos ya le costaría trabajo al páncreas volver a su funcionamiento normal.