Vivir con Diabetes Tipo 1 una vida más que normal, saludable y tranquila es posible. Te damos las siguientes recomendaciones:
Por: Comunicaciones
La Diabetes Tipo 1 es una enfermedad autoinmune en la que el páncreas produce poca o ninguna insulina, esencial para que la glucosa entre en las células y se convierta en energía. Generalmente se manifiesta en la infancia o juventud cuando el sistema inmunológico ataca las células productoras de insulina. Esto conduce a altos niveles de glucosa en la sangre, los cuales requieren manejo diario mediante administración de insulina.
En esta oportunidad, tuvimos el placer de conversar con Ángela Jaramillo, una comunicadora social y educadora en diabetes que ha vivido más de 50 años con diabetes tipo 1. Ángela enfatiza que es posible vivir plenamente con la enfermedad y que la clave está en el autocuidado, la educación continua y el soporte emocional adecuado.
La percepción de la diabetes
En la sociedad, la conciencia sobre esta condición crónica ha crecido gracias a campañas educativas y testimonios personales compartidos en redes sociales y medios de comunicación. Sin embargo, aún existe un estigma y falta de comprensión que pueden llevar a malentendidos y prejuicios. A nivel familiar, el diagnóstico de diabetes tipo 1 puede ser un golpe emocional considerable, requiriendo una adaptación en las rutinas diarias y una educación constante para manejar adecuadamente la enfermedad.
Las familias a menudo se convierten en el principal apoyo del paciente, lo que puede fortalecer los lazos pero también generar tensiones y estrés. Es esencial promover una mayor comprensión y apoyo tanto en la comunidad como en el hogar para mejorar la calidad de vida de quienes viven con diabetes tipo 1.
Normalizar la condición: aprender a vivir con diabetes tipo 1
“Somos más que una condición”, así comentó la directora de la Fundación Voces Diabetes Colombia, Érika, pues el tener diabetes, no debería ser un ‘apellido’ que catalogue quién es cada paciente en su vida diaria. Aprender a vivir con la condición implica integrar de manera natural y sin estigmas los cuidados necesarios en la rutina.
Manejar la diabetes como una parte más de la vida, en lugar de verla como una limitación insuperable, es clave para mantener el bienestar físico y emocional. Esto incluye seguir un plan de alimentación equilibrado, monitorear regularmente los niveles de glucosa y mantenerse activo. La educación continua y el apoyo de la comunidad y la familia son esenciales para fomentar una actitud positiva y resiliente.
Acompañamiento y motivación
La motivación personal y el apoyo de la comunidad son pilares fundamentales para enfrentar los desafíos diarios. Buscar actividades inspiradoras y distracciones saludables ayuda a romper la monotonía del manejo constante de la condición. La comunicadora social, Ángela, comentó que es crucial entender que las personas con diabetes tipo 1 pueden llevar una vida completamente normal, incluyendo la posibilidad de tener hijos, y que normalizar esta condición es vital para reducir el estigma.
Reaprender: la importancia de la educación y comprensión de la enfermedad
Una educación continua y una comprensión profunda de la condición permiten que las personas se adapten mejor a los cambios y enfrenten los desafíos con confianza. Aprender sobre los avances médicos, las técnicas de autocontrol y las estrategias de manejo diario son esenciales para mejorar la calidad de vida. Al estar bien informados, tanto pacientes como cuidadores, pueden tomar decisiones más acertadas y fomentar un entorno de apoyo mutuo.
Interacción con entornos laborales
La gestión de la diabetes tipo 1 en el entorno laboral debe empezar con la normalización de la enfermedad a través de una buena comunicación para entender qué es y cómo se maneja la condición, así que la educación es esencial para un buen entorno de apoyo. El paciente debe ser responsable en su autocuidado, especialmente si no revela su condición, para evitar complicaciones laborales.
Mantener una comunicación efectiva sobre cualquier cambio en la condición es vital, así como buscar redes de apoyo que ofrezcan ayuda mutua. “La decisión de revelar la condición es personal y se debe considerar las circunstancias específicas, promoviendo la inclusión social y laboral basada en capacidades y talentos, mas no en la condición médica”, comenta la comunicadora social.
Hijos y diabetes
Para Ángela Jaramillo, el tener hijos cuando se vive con diabetes tipo 1 debe ser tomado como una oportunidad de ver la vida con una perspectiva positiva y motivadora. Ella logró tener dos hijas, quienes han crecido sanas y han hecho que Ángela ahora sea abuela.
Su experiencia demuestra que con un cuidado especial y responsable de la diabetes, es posible tener hijos y llevar una vida plena. Ella utiliza su historia para inspirar y alentar a otras personas con diabetes tipo 1 y a través de su comunidad ‘Querida amiga Diabetes’, muestra que los objetivos personales, familiares, laborales y de más pueden alcanzarse a pesar de la enfermedad.
Si deseas ver y escuchar un poco más acerca de la experiencia de Ángela durante sus más de 50 años con diabetes tipo 1, te invitamos a que visites nuestro Facebook Live ‘Conectados’: “¿Qué hacer si me diagnostican con diabetes tipo 1?” https://www.facebook.com/100069366840980/videos/1446287419473541
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